lunes, 14 de enero de 2013

MICRONARRATIVA





Con esta imagen podemos hablar de las micronarrativas. Cuando hablamos de este tipo de representaciones hacemos referencia a imágenes que muestran escenas que de alguna manera se oponen al sistema establecido o representan alguna crítica a los ideales de la sociedad. A través de la educación de los más jóvenes podemos mostrarles que no todo es cómo nos muestran los medios, sino que hay tratar de ver las cosas de nuestro modo, indagar en buscar diferentes opiniones y no quedarnos con un solo punto de vista.

Se trata de una obra creada por el artista británico Banksy, conocido por sus críticos mensajes ante el orden establecido que apunta y dispara con una ironía absoluta. Sus objetivos han sido numerosos: desde la reina Elizabeth II al muro palestino, pasando por la policía o el mismísimo Jesucristo.

En esta imagen nos muestra a “la niña del napalm”. Por tanto, se trata de una reinterpretación de la durísima escena tomada en 1972, en la que la niña aparece acompañada por dos iconos mundiales como son Mickey Mouse y Ronald McDonalds. En este tipo de imágenes es imprescindible que el espectador tenga un conocimiento previo de la misma para poder comprender la obra de forma total. La historia de la niña es la historia del país de Vietnam atacado y arrasado por el ejército norteamericano.

La contraposición de los rostros sonrientes de los emblemas estadounidenses con la total tristeza de la desvalida niña es todo un golpe seco en el receptor del mensaje. Agarrándola de las manos, se trata de una metáfora del arrollamiento producido por el país, que no duda en exhibir casi a modo de trofeo a la joven. Decidí elegir esta imagen porque precisamente a pesar de esos cándidos rostros que para la mayoría de los niños del mundo significan, en cierto modo, felicidad (a casi cualquier niño le encantaría comerse una hamburguesa de la cadena o pasar unos días en uno de los parques de atracciones del ratón), la realidad es que muestran una violencia desmedida, un aplastamiento de las vidas de todos esos niños vietnamitas que todavía hoy en día están pagando las crueles consecuencias de la guerra.

A pesar de ser una imagen que se compone de tres elementos, la fuerza que muestra es brutal. Se trata de una imagen simétrica, en la que la vietnamita ocupa el centro y los personajes americanos tienen la misma fuerza, cada uno a un lado. Conservando el Plano General de la fotografía original, Banksy decide, a mi opinión de forma acertada, que no hace falta ni añadir cromatismo a los dos nuevos personajes añadidos a la escena, sino que el artista ha decidido emplear el blanco y negro en ellos para igualarlo a la imagen original.

Como dije anteriormente se trata de un auténtico bofetón en la cara para aquel que lo mire que haga sentir un amargor de forma instantánea en sus adentros. Poco más se puede decir con menos, pues el malestar que genera la imagen hace que no podamos mirar la imagen por un largo periodo, sino que deseamos que los damnificados por la guerra hubieran sido los iconos yanquis y que fuera la pobre niña la que pudiera sonreír.



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